Autigasta y Huaycama Catamarca. Arqueología en la Argentina colonial española

Valle de Catamarca, con la localización de Santa Cruz-Huaycama.

Esta investigación, en un estadio inicial en el noroeste de Argentina, se enmarca en un programa de estudio comparativo, consistente en describir y explicar los efectos que las colonizaciones hispánicas tuvieron sobre diferentes sistemas campesinos en el momento de las conquistas, a caballo entre la baja edad media y la primera época moderna. Los casos trabajados hasta el momento se ubican en diferentes zonas de Málaga, de Gran Canaria, y, en el caso que nos ocupa, del noroeste argentino. En este artículo se presentan los objetivos del proyecto argentino, los primeros resultados y las perspectivas de desarrollo de esta investigación.

En abril de 1591, 70 españoles entraron en el valle de Catamarca. Llevaban 750 caballos de guerra y de carga, 14 carretas, 120 bueyes, “mucho ganado de cabras y ovejas y carneros” y 400 indios. Poco después fundaron, más al sur, la ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja, en un lugar donde había “mucha suma de pueblos” y “buenas tierras acequiadas”. Esta conquista y colonización tuvo unas características iniciales bien conocidas: la autonomía de la compañía que las llevó a cabo; la fundación de una ciudad y la constitución de una nueva comunidad políticamente decisiva, y el reparto, entre los participantes en la conquista, de tierras y de indígenas.

Este reparto de las tierras del valle de Catamarca, hasta La Rioja, se llevó a cabo rápidamente. Una de las primeras mercedes concedidas fue la de Auti (o Autigasta), que englobaba el llamado «asiento viejo» del mismo nombre y el «pueblo de indios de Guaycama». Este núcleo corresponde, respectivamente, a los actuales lugares de Santa Cruz y de Huaycama, en el departamento de Valle Viejo. La estancia erigida tras la conquista –cuya ubicación precisa es desconocida– se convirtió en el centro organizador de la colonización, sostenida sobre la cría de ganado y sobre el cultivo del algodón y de la viña. No hay agricultura posible en el valle sin irrigación, de manera que estas producciones comportaron el uso de redes hidráulicas, de la misma manera que, presumiblemente, la ubicación de los antiguos poblados prehispánicos de Auti y de Guaycama –que tampoco han sido localizados–, cada uno en una orilla opuesta del río, debió de estar vinculada también a sistemas de irrigación previos a la conquista.

El primer objetivo de este proyecto es realizar un estudio arqueológico de los sistemas de irrigación indígenas y de los asentamientos vinculados a ellos en los antiguos lugares de Auti y de Huaycama, por un lado, y del establecimiento colonial agrario más temprano, la estancia de Auti/Santa Cruz, por otro. Específicamente, se pretende identificar, describir, fechar y explicar los diseños hidráulicos originales y las transformaciones producidas durante el período colonial más temprano, por una parte. Por otra, excavar, cuando hayan sido localizados, algunos lugares seleccionados de los espacios domésticos existentes antes de la llegada de los colonos españoles, y de los edificios vinculados a la estancia construida inmediatamente después de la conquista. En segundo lugar, se espera que los conocimientos generados a partir de esta investigación ofrezcan una base sólida y contrastada sobre la que construir una narración del pasado prehispánico y colonial de la zona, centrada en el trabajo campesino; que sirva para poner en valor el patrimonio formado por conocimientos y por espacios secularmente mantenidos en los asentamientos y en los sistemas de irrigación estudiados, y que ayude a la reflexión sobre las formas de gestión de los sistemas de irrigación antiguos en la actualidad.

Catamarca

Mortero prehispánico.

La fase de la investigación, previa a la excavación arqueológica prevista, ha consistido en estudiar la documentación escrita de época colonial y en realizar la planimetría del sistema de irrigación de Santa Cruz (antiguo Auti). Obviamente, el sistema existente en la actualidad es el resultado de modificaciones y de ampliaciones producidas a lo largo de siglos, algunas de las cuales son claramente distinguibles en el trazado de las acequias. El estudio sobre la red de riego, su génesis y evolución, es fundamental, porque es la condición que explica el establecimiento de la estancia colonial y de los asentamientos anteriores. Esta fase previa de trabajo de campo, llevada a cabo en la campaña de julio del 2019, ha revelado, por otra parte, la existencia de un microtopónimo probablemente quechua, «Choya», únicamente documentado en la tradición oral local y que significa, según un diccionario quechua del XVI, «cosa clara como agua sin hezes». Justamente en este pago hemos observado una concentración de restos cerámicos y de morteros fijos y móviles prehispánicos en superficie.

Por otra parte, hemos documentado el establecimiento de una comunidad de esclavos de origen africano, asociada a una capellanía, existente con toda probabilidad desde finales del siglo XVII. La ranchería de estos esclavos estaba ubicada en la chacra de esa capellanía, al lado de la antigua capilla de San José, cuyos restos, montones de barro formados por la descomposición del adobe, hemos podido localizar. Este descubrimiento añade una nueva perspectiva en el proyecto arqueológico sobre esta antigua estancia. Además de localizar y estudiar los asentamientos indígenas previos a la conquista; la estancia colonial, y la vinculación del sistema de irrigación colonial con las redes de riego previas, tenemos la posibilidad de estudiar desde una perspectiva arqueológica un establecimiento de esclavos, cuya ubicación es conocida gracias al estudio preliminar, y que constituyó una comunidad en Santa Cruz durante más de cinco generaciones, hasta que fueron vendidos a finales del siglo XVIII.

Autigasta y Huaycama. Arqueología en la Argentina colonial española

Restos de la antigua capilla de San José.

Durante la campaña de julio del 2020 se elaborará, a partir de un vuelo de dron dotado con las cámaras necesarias, un modelo digital del terreno y se llevará a cabo una prospección pedestre sistemática y subsuperficial en el pago de Choya y en las laderas adyacentes. También se estudiarán los procesos geomorfológicos y ambientales que actuaron en la formación del paisaje de Auti, algunos de los cuales fueron activados o acelerados por las mismas prácticas agrarias. A partir de los resultados obtenidos en esta próxima campaña, se programarán sondeos y una excavación arqueológica en aquellas áreas de mayor potencial. Una de ellas, la ranchería de esclavos, ya ha sido delimitada de manera precisa.

El proyecto de Auti-Huaycama genera unas perspectivas de conocimientos nuevos sobre la relación espacial entre los establecimientos prehispánicos y coloniales, y sobre las destrucciones y las alteraciones provocadas en ellos y en los espacios agrícolas tras la conquista. Los trabajos arqueológicos revelarán la dimensión espacial y permitirán visualizar estas relaciones, destrucciones y nuevas construcciones, en el contexto de la reducción poblacional que acompañó a la conquista y a la colonización. La inclusión del establecimiento de esclavos, susceptible también de generar nuevos conocimientos a partir de la arqueología, añade una expectativa inesperada y enriquecedora. No solo investigaremos cómo estaba organizado el espacio campesino indígena antes de la conquista y cómo se reconstruyó en los primeros compases del proceso colonizador; también nos proponemos revelar la plasmación espacial de la gestión colonial sostenida sobre un nuevo contingente de gente forzada a trabajar. Todo esto no podrá llevarse a cabo sin la participación de un equipo en el que se manejen de manera integrada las diferentes técnicas arqueológicas, de análisis textual y de encuesta etnográfica. El proyecto, por otra parte, abre unas perspectivas de estudios comparativos, no solo con otros casos similares de la región o de otras regiones americanas, sino también con los trabajos realizados en otros contextos de conquista y de colonización precedentes y, en algún caso, simultáneos, en el Viejo Mundo. Finalmente, el proyecto ayudará a consolidar la formación de equipos mixtos de investigadores europeos y americanos. En este sentido, contamos con la colaboración del equipo de la Escuela de Arqueología de la Universidad Nacional de Catamarca, dirigido por el Dr. Marcos Quesada. Finalmente, los conocimientos generados revelarán un conjunto patrimonial de prácticas campesinas y de paisajes que deberá de ser integrado en las gestiones comunitarias de la población de Santa Cruz.

 

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